Disciplina Positiva tienes sus orígenes en la Psicología Individual de Alfred Adler y las aportaciones de su discípulo Rudolf Dreikurs, siendo Jane Nelsen y Lynn Lott las que acuñaron todas sus ideas bajo el término Disciplina Positiva haciéndolas llegar a miles de hogares y profesionales de una manera más sencilla a través de sus talleres y la colección de libros con este nombre.
Es una filosofía de vida, de crianza y educación basada en el respeto mutuo y las relaciones horizontales, en la conexión antes que la corrección, abordando cualquier reto de la vida diaria con firmeza y amabilidad al mismo tiempo; es un cambio de mentalidad y perspectiva, ya que trata al niño como un igual, merecedor de respeto.
No utiliza ninguna estrategia punitiva, por lo que los castigos, los sermones, la reprimendas o los rincones de pensar no tienen sentido. Tampoco utiliza premios, sino que alienta al niño, lo estimula, valora el esfuerzo puesto en cada pequeño reto, de tal modo que le hace sentir capaz, promoviendo actitudes, aptitudes, habilidades y valores que le harán convertirse en el gran adulto que todos los padres queremos que sean nuestros hijos.
Además, es una metodología que hace especial hincapié en la solución de problemas (enfoque en soluciones), en fomentar el pensamiento, de manera que los niños aprenden a hacer o no hacer las cosas porque comprenden lo que suponen y no porque ganen o pierdan algo. Se olvida de mirar al pasado, de castigar por algo ya hecho y nos anima a mirar hacia el futuro alentando a los niños a buscar la solución a lo sucedido sacando aprendizajes de cada error.
Cada error es una maravillosa oportunidad para aprender
Las estrategias que incluye la DP son válidas para niños de todas las edades, desde el nacimiento hasta la adolescencia y alienta a los individuos a descubrir y poner en práctica sus capacidades.
Y si queréis saber más ¡no dudéis en preguntar lo qué deseéis o animaos a acudir a algún taller!
Estoy segura os enamorará, cómo me pasó a mí 🙂
Disciplina Positiva 